
Como diría el inefable Homer Simpson, "no sé si han notado que intentaba ser sarcástico" En realidad la Disney, era un estudio lleno de grandes artistas, dominados por un jefe que estampaba su firma en todo y que controlaba que nadie se saliera de la "pauta" que marcaba el estilo. Esta forma seudo dictatorial de trabajo amargaba a muchos (que se lo pregunten a Tim Burton) y era muy díficil salir de esa condición de negro, a no ser que te fueras a otro estudio; el héroe de este artículo, en cierta medida, lo consiguió.
Carl Barks, creó el universo llamado Patoburgo que muchos devoradores de Don Mickeys y Yo Donalds recordamos como parte importante de nuestra infancia, un universo que, realmente, poco tenía que ver con el del pato Donald de los cortos animados.
Barks empezó como animador en la Disney, su primer acercamiento al mundo del palmípedo con traje de marinero fue en el corto Modern Inventions donde creó gags y se encargó de los storyboards. Tan bueno fue su trabajo que a partir de entonces él y Jack Hannah se encargaron exclusivamente de los cortos de la estrella emplumada, y, algo después a un proyecto de largometraje llamado Treasure Hunt que al abandonarse, sería aprovechado como el primer comic-book del Pato Donald.
A partir de ahí, Barks, sólo va a trabajar como guionista y dibujante de las historias en cómic del pato, y va a empezar a meter cambios y a plasmar su personalidad en los personajes; en primer lugar Donald va a ser igual de egoista y vano que en sus dibujos animados, pero la ira ya no es su razón de ser, ahora esto va estar compensado por la frustración y la inocencia ante la aventura, por otra parte, sus sobrinos pasan de ser unos mocosos insoportables a los "pequeños cerebros" consejeros sin éxito de su famoso tío. Es en un cómic de Barks donde aparece el insufriblemente afortunado rival de Donald, Narciso Bello, y también Ungenio Tarconi, el sabio despistado, al igual que los Golfos Apandadores y la malvada hechicera Mágica.
A partir de ahí, Barks, sólo va a trabajar como guionista y dibujante de las historias en cómic del pato, y va a empezar a meter cambios y a plasmar su personalidad en los personajes; en primer lugar Donald va a ser igual de egoista y vano que en sus dibujos animados, pero la ira ya no es su razón de ser, ahora esto va estar compensado por la frustración y la inocencia ante la aventura, por otra parte, sus sobrinos pasan de ser unos mocosos insoportables a los "pequeños cerebros" consejeros sin éxito de su famoso tío. Es en un cómic de Barks donde aparece el insufriblemente afortunado rival de Donald, Narciso Bello, y también Ungenio Tarconi, el sabio despistado, al igual que los Golfos Apandadores y la malvada hechicera Mágica.
Pero la contribución más tremenda de Barks al universo de Donald es el entregarle como pariente al avaro, capitalista y muchimillonario Tío Gilito Mc Pato, mezcla de millonario dickensiano, (en el original se llama "Uncle Scrooge") potentado americano hecho a sí mismo en las montañas del Klondike y Rey Midas emplumado. Personaje con tal carisma y personalidad (con su surrealista afición de practicar la natación entre las monedas de su déposito de dinero) iba a desbancar a su sobrino y convertirse por sí mismo en el amo y señor absoluto de la serie.
El dibujo de Barks haría el resto en el encanto de los personajes, con fondos sencillamente realistas, muy bien documentados (para mí, comparables a los de Hergé) en donde, los patos, se van a mover con una naturalidad pasmosa, humorística y hermosa.
El dibujo de Barks haría el resto en el encanto de los personajes, con fondos sencillamente realistas, muy bien documentados (para mí, comparables a los de Hergé) en donde, los patos, se van a mover con una naturalidad pasmosa, humorística y hermosa.
Dicen que cuando Barks fallaba y no podía dibujar él la serie de Donald, llegaban cartas a la redacción pidiendo la vuelta del "buen dibujante" mote que siempre demostró que le venía como un anillo a un dedo.