viernes, abril 28, 2006

Barks, el hombre que contaba historias de patos

Hay gente por ahí, que aún piensa que en la Disney Walt lo hacía todo: dibujaba cada una de las escenas, pintaba los fondos, dirigía, llevaba la parte financiera, y, si le quedaba tiempo, pasaba una barrida y una fregada al estudio.
Como diría el inefable Homer Simpson, "no sé si han notado que intentaba ser sarcástico" En realidad la Disney, era un estudio lleno de grandes artistas, dominados por un jefe que estampaba su firma en todo y que controlaba que nadie se saliera de la "pauta" que marcaba el estilo. Esta forma seudo dictatorial de trabajo amargaba a muchos (que se lo pregunten a Tim Burton) y era muy díficil salir de esa condición de negro, a no ser que te fueras a otro estudio; el héroe de este artículo, en cierta medida, lo consiguió.
Carl Barks, creó el universo llamado Patoburgo que muchos devoradores de Don Mickeys y Yo Donalds recordamos como parte importante de nuestra infancia, un universo que, realmente, poco tenía que ver con el del pato Donald de los cortos animados.
Barks empezó como animador en la Disney, su primer acercamiento al mundo del palmípedo con traje de marinero fue en el corto Modern Inventions donde creó gags y se encargó de los storyboards. Tan bueno fue su trabajo que a partir de entonces él y Jack Hannah se encargaron exclusivamente de los cortos de la estrella emplumada, y, algo después a un proyecto de largometraje llamado Treasure Hunt que al abandonarse, sería aprovechado como el primer comic-book del Pato Donald.
A partir de ahí, Barks, sólo va a trabajar como guionista y dibujante de las historias en cómic del pato, y va a empezar a meter cambios y a plasmar su personalidad en los personajes; en primer lugar Donald va a ser igual de egoista y vano que en sus dibujos animados, pero la ira ya no es su razón de ser, ahora esto va estar compensado por la frustración y la inocencia ante la aventura, por otra parte, sus sobrinos pasan de ser unos mocosos insoportables a los "pequeños cerebros" consejeros sin éxito de su famoso tío. Es en un cómic de Barks donde aparece el insufriblemente afortunado rival de Donald, Narciso Bello, y también Ungenio Tarconi, el sabio despistado, al igual que los Golfos Apandadores y la malvada hechicera Mágica.
Pero la contribución más tremenda de Barks al universo de Donald es el entregarle como pariente al avaro, capitalista y muchimillonario Tío Gilito Mc Pato, mezcla de millonario dickensiano, (en el original se llama "Uncle Scrooge") potentado americano hecho a sí mismo en las montañas del Klondike y Rey Midas emplumado. Personaje con tal carisma y personalidad (con su surrealista afición de practicar la natación entre las monedas de su déposito de dinero) iba a desbancar a su sobrino y convertirse por sí mismo en el amo y señor absoluto de la serie.
El dibujo de Barks haría el resto en el encanto de los personajes, con fondos sencillamente realistas, muy bien documentados (para mí, comparables a los de Hergé) en donde, los patos, se van a mover con una naturalidad pasmosa, humorística y hermosa.
Dicen que cuando Barks fallaba y no podía dibujar él la serie de Donald, llegaban cartas a la redacción pidiendo la vuelta del "buen dibujante" mote que siempre demostró que le venía como un anillo a un dedo.

martes, abril 25, 2006

Choko Cartoons III: Por su propio peso

Este chiste sin palabras es algo más viejo (fíjense en la firma con mi verdadero nombre pero con una "Y" en lugar de "J") Bueno, ya expliqué lo de mi escanner que me obliga a hechar mano de archivo.
Se supone que iba a formar parte de una serie de chistes sobre el mundo del circo, sólo hice dos. Algún día volveré a retomar el tema, porque tengo varias ideas que me gustan bastante, pero aún tengo que ver cómo las desarrollo.
Me gusta este chiste, intenté darle un rollo Sempé (ya me gustaría), con un dibujo simple pero a la vez expresivo. A veces reconozco que me siento como el pobre trapecista de esta viñeta, parece que haces todo bien y, de repente, ¡ala!, hacia abajo. La solución, claro está, es seguir intentándolo, y cuidar mucho el equilibrio...

viernes, abril 21, 2006

Cuento de Don Miguel, el amargao

Érase una vez...
Miguel Mihura; un hombre algo triste, un poco de vuelta de todo, un poco demasiado amargo, un tanto nostálgico, quizás. Tan triste, tan amargo, tan nostálgico que no era extraño que se dedicara al humorismo. Un humorismo que, en su caso, era algo más parecido a la poesía, que a esas cosas que salen, de vez en cuando, y casi todos los sábados, por la tele...
Tenía este hombre tirando a solitario, varios amigos, y con esos amigos se montó una revista llamada la Codorniz para, como él decía, "jugar" a inventarse la risa absurda que quizás no huya de la realidad pero sí que la tranforma, riéndose no sólo de Doña Antonia sino del señor Feliú y clamando al viento las bondades del huevo frito. Todo esto en una época en la que en este país, no nos olvidemos, mandaban las Doñas Antonias, los señores Feliús y los huevos fritos salían muy caros...
Uno de los amigos de Don Miguel, se llamaba Antonio de Lara Gavilán "Tono", y en la forma era el más parecido a él, aunque por su carácter eran completamente contrarios; pues era Tono un hombre que se reía del mundo y luego le daba las gracias por darle tan buen material de risa, un señor que ideaba chistes e inventaba artilugios para sus hijas y para todo el mundo, con él escribió Ni pobre ni rico sino todo lo contrario obra de un "nonsense" (palabra de origen extranjero, que quiere decir "clavicordio") necesario y hermoso, con diálogos tan bellos como estos:
-¡Caramba, que máquina de escribir tan grande!
-Es que eso no es una máquina de escribir es un piano.
No contento con eso, escribió Mihura Tres sombreros de copa, obra que no se sabe a ciencia cierta si es teatro del absurdo, pero que desde luego lo parece, se adelanta a su tiempo por lo menos 20 años y un día, ante la incomprensión de todo el mundo, y que termina de forma amarga, tan amarga como un golpe de realidad en medio de un circo. Esta obra por cierto, hizo que Ionesco se cayera del caballo (Ionesco siempre llevaba un caballo para poder caerse de algún sitio) y dijera que esa obra, en cierto sentido, se le había adelantado. Después de decir eso Ionesco cogió a su caballo a hombros, porque el animal estaba muy cansado y se fue a escribir alguna otra obra maestra de esas que hacía él.
El resto del tiempo Don Miguel se lo pasó huyendo, huyó de la Codorniz, la revista que había hecho nacer y que acabó cansándole como tantas cosas en su vida, huyó de su carrera como guionista cinematográfico, huyó mentalmente de una cojera que le impedía andar con facilidad y huyó, de igual forma, de un país al que quería hacer reir pero maldita la gracia que le hacía...
De lo único que no pudo huir fue del teatro, y siguió intentándolo, haciendo obras, quitándole los chistes hasta que se parecieran lo suficiente a lo que él quería y podía aguantar el público de la época... Y después de esto cuando ya parecía que no podía huir de más cosas, La Academía de la Lengua decide nombrarlo Académico y él, sólo para molestar, decide morirse, desoyendo los consejos de otro compañero de la "Generación de humoristas del 27", Enrique Jardiel Poncela, que ya había dicho hace mucho tiempo que "morirse es un error"
¡Y es que eso de morirse era una tontería muy gorda, Don Miguel!
Yo, es que no me lo explico.

miércoles, abril 19, 2006

Peter Sellers, el valor de no ser nadie.

... O de querer ser todo el mundo que en este caso es lo mismo.
Si han visto la película "Llámame Peter" ya sabrán de lo que hablo, si no la han visto háganlo (Geoffrey Rush se sale)
Richard Henry Sellers, llamado siempre Peter por su familía para hacer más llevadero el dolor de la muerte de un hijo anterior llamado así, era por sí mismo una farsa, una caja de sonrisas llena de ambición y vaya a usted a saber qué más cosas. Su interés de ser todo el mundo, o al menos imitarlo, (regaló una cinta a sus compañeros de "El quinteto de la muerte" en la cual clavaba las voces de todos ellos) de escaparse de si mismo mediante el disfraz, es para mí lo más fascinante de él, lo que le convierte en paradigma de actor por excelencia, o, como él mismo le dijo a la Rana Gustavo en el show de los Teleñecos "No hay nada tras la máscara. Antes lo había pero me lo extirparon quirúrjicamente"
Su especialidad eran los personajes divertidos a pesar de sí mismos, hasta el inspector Clouseau, su personaje más famoso, no es más que un pobre hombre que piensa que es un genio pero que no pasa de ser un "gafe con suerte". De cómo apareció Clouseau dijo: "Blake quería que sólo fuera un tonto. Yo pensé en darle dignidad, ni el tonto más tonto del mundo se comporta como si él supiera que lo es"
Que yo recuerde, es el primer clown claramente pop que ha habido, El Señor Chance de Bienvenido mr. Chance habla como Stan Laurel, hizo varias versiones de los Beatles ("All you need is love" con voz de nazi, "A hard´s day night" declamado por Laurence Olivier) Detrás del arte de los payasos clásicos está la vida, detrás del arte pop de Peter, está el arte pop.
A Peter le odiamos por lo que no pudo hacer, por malgastar su enorme talento en películas horribles, por derrochar felicidad con su arte y hacerse miserable a sí mismo y a los que estaban a su alrededor, pero se lo perdonamos todo porque como dijo Hrundi V. Bashki, el extra hindú del Guateque:
"La sabiduría es patrimonio de los viejos, pero el corazón de los niños es puro"
¿Qué significa? (Leer con acento hindú) No tengo ni idea.

lunes, abril 17, 2006

Choko Cartoons II: La niña terrible


Uno no sabe de qué recóndito lugar de su subsconciente salió este dibujo... Pero desde luego yo me reí un rato cuando lo ví terminado, y es que todos tenemos un rinconcito oscuro que disfruta con el humor negro.
Para mí, el dibujo está perfecto, salvo, quizás, esa piernita levantada que no me termina de acabar... Pero bueno, ustedes juzgarán como siempre (o no)

viernes, abril 14, 2006

Un aperitivo del Gordo y el Flaco

Si tuviera que explicarle a alguien mediante ejemplos qué es un payaso y por qué, no hay duda, echaría mano de estos dos caballeros de aquí al lado, el señor Laurel (el Flaco) y el señor Hardy (el Gordo)...
Su forma anticonvencional de actuar, sus miradas a cámara rompiendo la cuarta pared, el ser ellos mismos siempre, de una forma completamente natural, y siempre con su sensibilidad a flor de piel es lo que les une a los clown clásicos del circo y de la escena.

Aquí, en este blog voy a hablar mucho del Gordo y el Flaco, porque los adoro, y siguen siendo mi punto de referencia a la hora de actuar. Quizás no fueran tan sutiles como Keaton, o tan socialmente comprometidos como Chaplin, pero cuando dos tipos son capaces de llegar al corazón de tanta gente durante tanto tiempo, convirtiéndose en sus amigos de una forma extraña e intangible, esos, creo yo, se llaman genios o estrellas, o algo que uno no sabe explicar de forma clara, sin volverse cursi o demasiado solemne (y, solemne, era todo lo contrario a lo que eran ellos)

Laurel y Hardy no inventaron el cine cómico, pero sí que le regalaron algo que antes no tenía, el tomarse su tiempo para hacer las cosas, la espera, todo calculado matemáticamente para que todos en el público sepan lo que va a ocurrir y para que cuando ocurra estallen las risas. Su filosofía podría explicarse con esta máxima: " Si has fracasado en algo, vuelve a repetirlo para que así puedas volver a fracasar" La repetición es algo que siempre ha estado en el clown, y en ellos se vuelve acto de fé, tal como explica Mark Evanier, cuando el señor Hardy sube a un tejado todos en el público sabemos que va a terminar cayendo, sospechamos que, incluso, el señor Laurel, con su mirada de niño tonto, era consciente de que iba a pasar lo inevitable, lo importante es que el señor Hardy no tuviera ni idea de esta posibilidad, y que cuando caiga mirara al público con cara de resignación para volver a subir una vez más.

Para terminar este aperitivo, quisiera acabar con una de mis frases preferidas de la historia del cine, pronunciada por ese gran filósofo que fue Stanley Laurel:

"¿Te acuerdas de lo tonto que era antes?Ahora estoy mejor"

A eso aspira uno, a ser un tonto lo suficientemente lúcido para saber que al menos algún día fue un tonto.

Y ahora, subamos todos al tejado...

miércoles, abril 12, 2006

Choko Cartoons I: Simpatía por...

... Este alegre personajillo que he colocado; con él, inauguro oficialmente la sección del blog Choko Cartoons, en el que iré colocando ilustraciones, dibujitos, historietas, chistes, etc, etc... creados por este servidor de ustedes, con el fin de que critiquen, comenten o hagan lo que buenamente quieran que para eso están en su casa (por muchos años)
Como tengo el escanner estropeado voy a ir tirando mano de archivo personal y es por eso que hasta que lo arregle las imagenes propias van a ir un poco con cuentagotas (ustedes sabrán perdonarme)

martes, abril 11, 2006

Boo, boo, bee, Boop


Betty Boop es una creación de los Hermanos Fleischer.
En el mundo de los Fleischer existen cosas que la gente normal no asocia al presuntamente candoroso universo de los dibujos animados (son para niños, ya saben) Por una parte está la violencia (Popeye, Supermán) y por otra el sexo (representado ingenuamente por esta flapper cabezona, la buena de Betty).
Las películas de B.B (puesto así parece una famosa del Tomate) son claramentes musicales, en ellas todo el mundo canta, y cuando digo todo el mundo me refiero a personas, animales y mobiliario; desde las lámparas, hasta los relojes de cuco, pasando por las fichas de ajedrez. Ese es el gran hallazgo de estos cortos, la humanización de los objetos y la "objetivación" de todos los personajes... Porque todos los personajes de los Fleischer son objetos, meras gotitas de tinta que salen de vez en cuando del tintero para quejarse, ser burlados por el dibujante de turno y volver al receptáculo que les vió nacer.
Como buena representante del glamour animado B.B ha tenido grandes estrellas como acompañantes, desde Cab Calloway a Rudy Valle o Louis Armstrong han aparecido en escena, pero, además de eso, ha tenido otros dos acompañantes no tan distinguidos, el primero, un perro antropomorfo llamado Bimbo. Esto se explica, porque, al principio de sus aventuras, Betty era una perrita, novia del susodicho Bimbo, su fama creció tanto que sus creadores convirtieron a Betty en humano, dejando al pobre Bimbo con una relación más bien dudosa... El otro compañero es Koko, un clown (como no) creado a partir de fotografías de uno de los hermanos Fleischer disfrazado de payaso. La verdad es que Bimbo y Koko, son perro y payaso, como podrían haber sido un pingüino y un bote de laca, son objetos, ellos más que nadie, que sirven de contrapunto babeante de la única estrella comparable a Marilyn de los dibujos animados.
Con el tiempo y la llegada del Código Hays de censura norteamericana, Betty se fue apagando, le ponían como secundario de sus propios cortos, en favor de bebés y de una monada de perrito, o la convertían en un ama de casa. Le habían hecho encontrar su virtud, en un momento que como hubiera dicho Mae West "nadie la echaba de menos, querida".

lunes, abril 10, 2006

De Blogs, Carpantas y bienvenidas




Bueno, por fín tengo mi blog, he querido dar la bienvenida a todo el mundo con este homenaje a Escobar, concretamente con este Carpanta "choquizado" que me he sacado de la manga, espero que guste, aunque sé que hay gente que no disfruta de las versiones, hay que tener en cuenta que no voy a sacar "merchandaising", no voy a sacarle los cuartos a nadie, así que no me matéis, sólo quería hacerle un homenaje a un personaje y a un artista que me dió muchos buenos momentos (si gusta haré lo mismo con otros)
Este es un blog para el cómic, el teatro y el cine... para sacar de la oscuridad a todos los payasos, porque yo me considero un clown por encima de todo.
He empezado con un personaje de Bruguera, porque quizás y sólo quizás uno sale a escena deseando ser un personaje de tinta, que le crezca la nariz roja en forma de berenjena (como la tenía Mortadelo, Anacleto, y Carpanta) y vivir entre viñetas, para no morirse nunca y aguantar los golpes de la vida sólo con un chichón en la cabeza...
Pues eso...