miércoles, julio 26, 2006

¿Qué payaso soy doctor?

Fue el otro día mientras ensayaba "Tots podem estimarnos" con los chicos de Nebel Clown, cuando se me prendió una de esas chispas de ingenio que no suelen prenderse en mí muy a menudo.

- Cada clown en escena representa una época determinada de la vida de las personas, así, hay uno que es la edad adulta, otro sería la adolescencia y otro figura ser la niñez...

Y después de pensar eso me quedé más ancho que largo.

Sin embargo, creo que tiene algo de verdad, al menos a mí me ha servido para explicar los tres tipos importantes de clown que hay, y que paso a describir a continuación... Para hacerlo más fácil dejaré caer el nombre de un Hermano Marx, después de cada tipo, para que todo el mundo lo entienda con un ejemplo bastante conocido.

Clases de Clown
Carablanca: Es el payaso que domina, el líder de los otros dos, es el que da las ordenes e intenta negociar con el resto para que hagan lo que él quiere (normalmente para acabar llegando al desastre) Es además el más verbal de los payasos y el puente entre los otros dos y el público. A mí no me gusta la expresión payaso serio, para describir a este tipo de payaso, prefiero la de payaso listo, porque de eso se trata, de un listillo muy seguro de sí mismo. Muchas veces, asume roles de relevancia que desempeña con lógica ilógica de clown, por ejemplo: Presidente, Jefe de Bomberos, Sargento, Profesor. Es pues, la perfecta caricatura de las pretensiones del mundo adulto.
Estoy seguro de que él no formaría parte de un grupo de clowns que lo tomaran como miembro, pero por lo pronto tendrá que fastidiarse y diremos que aquí se queda el gran Groucho.


Contraclown: Es el payaso adolescente, no es lo suficiente capaz para ser un Carablanca, ni posee la inocencia ilimitada del Augusto. Intenta caerle bien a los dos extremos y es el compañero de cada uno de ellos, normalmente será más negociador con el Carablanca y más dominante con el Augusto, aunque la relación con este último se parecerá más a la de los niños que quieren pelearse por ver quién es el jefe.
A este grupo pertenece "monsignor Ravelli" alias, Chico.

Augusto: Es el niño, al que hay que explicarle varias veces las cosas. El que si tiene que guardar un secreto lo grita, el que dice que sí cuando tiene que decir que no, el que si le dicen "siéntate en la silla" acaba haciendo el pino puente. Es el que tiene un mundo más interno, tanto, que muchas veces se expresa en pantomima. Es el torpe, el que no sabe las cosas, aunque, a veces, tiene una concepción de la vida que deja sin palabras a los que van con él. Trata a los objetos de una forma rarísima, muchas veces como seres con vida, y tiene conflictos incluso con su propio cuerpo.
¿Hace falta que lo diga? Éste no es otro que Harpo.

Si creéis que me he olvidado de Zeppo estáis apañados, Zeppo era una persona normal, nunca fue un clown dentro del grupo de los Marx, por eso no hubo trauma cuando lo dejó.

Por cierto, para terminar, decir que "el payaso serio" es un tipo de Carablanca, lo que Craig Gustaffson llama el Ringmaster, en su Jerarquía del payaso ,no tiene que ver con el "payaso listo" porque el Serio lo que representa es la pedantería, la autoridad suprema, el tipo al que el clown en todas sus formas quiere combatir. El que si quiere parar una pelea, acaba manchado de pasteles, el que si canta un himno acaba bombardeado de fruta. Lo habéis adivinado, esa es la buena de Maggie Dumont.
¿Y qué tipo de payaso soy yo? Bueno, creo que durante muuuuuuuuuuuuucho tiempo he sido un listillo Carablanca, hablador y burlón, en la obra que he nombrado arriba, en cambio, hago mi propia versión del Augusto, como un bebé Cupido infantil y despistado, y la verdad es que he disfrutado mucho con el cambio (Creo que cualquier clown debería ir buscando entre los tipos más clásicos el suyo propio, probando sin impacientarse, como hizo Stan Laurel, que probó todos los tipos hasta que se asoció con el señor Hardy y se convirtió en un Augusto, pero esa, es sólo mi opinión claro)

miércoles, julio 12, 2006

Walter Matthau no vive abajo


Esta es una de esas cosas a las que siempre había querido hincar el ojo.
Primero decir que Walter Matthau es uno de mis super héroes. Junto a Stan Laurel, Jose Luis Ozores o Marty Feldman, forma parte de esas personas que son capaces de matarme de risa con sólo mover una ceja (por supuesto este tipo de listas son personales y, claro está, cada uno tiene la suya propia)
Su personaje de cabroncete, bocazas pero tremendamente humano es inigualable y sorprendentemente adorable, su sentido del tiempo cómico genial y su forma de encajar las frases cómicas propia de otros monstruos, como Groucho o Cary Grant.
(Como suena esto que acabo de escribir a ¡Arrodillaos infieles! Cuando empiezo a sonar así me doy asco, pero la verdad es que es lo que pienso sin ningún tipo de cortapisas ¡Qué pena!)
Bueno, no me lío más y paso a explicar el video, aunque ya hay en él una voz en off que lo hace. Cuando va a rodar La tentación vive arriba Billy Wilder hace un casting a un joven actor, alto y desgarbado, con algo de éxito en obras de Broadway, y que había salido en televisión. Ese actor es Matthau. A Wilder le encanta su prueba, pero a los productores no les hace gracia un actor semi desconocido para hacer de pareja de Marilyn Monroe, así que Wilder y Matthau tienen que fastidiarse, y no vuelven a trabajar juntos hasta En Bandeja de plata por la que Walter ganará un Oscar al actor secundario.
Volviendo a la "Tentación" no resulta de las mejores películas de Wilder, creo que una de las razones es porque Matthau no consiguió el papel; no digo con esto que Tom Ewell, que hizo la versión teatral, sea mal actor, pero no tiene el mismo carisma cómico que Walter. Cuando ves las dos interpretaciones juntas es como si vieras que han cambiado en una danza a Nureyev por otro bailarín bueno técnicamente, pero que no está a su altura. Los movimientos son los mismos, pero falta energía y pasión...
(Me estoy riendo yo sólo pensando en Walter junto a Marilyn, intentando seducirla tocando Raschmaninov al piano. No me hagáis mucho caso, hoy no he tomado la medicación)


martes, julio 04, 2006

Cleto, Ana- cleto

Son los años sesenta, y un nuevo idolo de masas ha nacido, luce un impecable traje negro y pajarita de mismo color. Con su sonrisa irónica y sus ojos, que parecen entre pícaros y descreidos, se mueve entre lugares tan exóticos como, por ejemplo, el desierto de Gobi. Imperturbable, fuma una eterna colilla de lo que hace mucho, mucho tiempo fue un cigarrillo y su lugar en el mundo es el de ser uno de esos hombres, mitad aventurero, mitad agente de la ley, mitad espia (eso son tres mitades. Aquí algo falla) que se hacen llamar a sí mismos Agentes Secretos...
Y no, nuestro héroe no es británico, tampoco tiene apellido, y, por si acaso os lo preguntais, tampoco es hijo de un antiguo comandante del Servicio Secreto Inglés. Mucho mejor, para nosotros, porque él es Anacleto, Agente Secreto y es creación de uno de los mejores humoristas que se han dedicado a dibujar tebeos en España: Manuel Vazquez. Anacleto, vive para los espacios abiertos. Vive entre el desierto y la ciudad, a veces los espejismos le hacen creer que uno es lo otro, pero, ¿no nos pasa a todos? Entre las oficinas, oficinas enormes, como una mezcla de kafka y los grandes almacenes de Jerry Lewis, y los mares infestados de tiburones, verdaderos gourmets, cuyos comentarios gastronómicos-filósoficos son siempre interrumpidos por el bueno de Anacleto que les pone el palito de rigor entre los dientes.
Y es así como en esos mundos inhóspitos, pero cotidianos, a veces Anacleto se confunde, y parece un muñeco de Tex Avery, hablando a los lectores cara a cara, explotando y saltando entre viñetas. Se confunde también y, cuando su jefe le da la consabida torta, con la mano dibujada en la cara, se le pone cara de Stan Laurel a punto de llorar y parece que va a rascarse el elegante tupé. Sigue confundido y se convierte en casi un artista dadá, cuando, en una historieta, se queda atrapado detrás de una puerta ¡En medio del desierto! Para confundirnos un poco más a todos, dijo Vazquez que siempre fue un amo de la confusión y el camuflaje, sobretodo si habían facturas no pagadas de por medio, que creó a Anacleto a imagen y semejanza del Superagente 86, cuando uno lo único que le ve parecido a los buenazos de Anacleto y Maxwell Smart es el zapatófono.
Pero no nos perdamos en las confusiones, que, no restan ni un ápice de originalidad al personaje ni a su creador. Anacleto es lo más parecido a un héroe en el mundo de Bruguera (al menos, hasta que llegó Superlópez) Un héroe en un mundo de gags, de esos gags que Vazquez creaba casi sin esfuerzo y que parece que no van a llevar a nada, hasta que, de repente, la viñeta explota y Anacleto y su jefe salen como angelitos con lira en medio del cielo. Pero los héroes son héroes y no se les puede echar en cara si la mayoría de las veces, no le salen las cosas bien, si explotan bombas que sólo matan de risa, o si caen tortas que sólo hace que nos duelan las carcajadas.
PD: Reconozco que no soy el más adecuado para escribir sobre Bruguera, me sobra nostalgía y me faltan datos, si quieren ver buenos blogs sobre Bruguera vean este, o este, o incluso este, este por qué no y este que es nuevo...
PPD: Por cierto, he conseguido hacer un artículo sobre Vazquez sin hablar de Ibañez ni ponerle verde ¿Será que el autor de este blog se ha propuesto ser original? Todo hace apostar a que no.