Uno no sabe de qué recóndito lugar de su subsconciente salió este dibujo... Pero desde luego yo me reí un rato cuando lo ví terminado, y es que todos tenemos un rinconcito oscuro que disfruta con el humor negro.
lunes, abril 17, 2006
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8 comentarios:
Pues Choko, que quieres que te diga, a mi el detalle de la pierna levantada es uno de los que más gracia me hacen, porque le da el toque de inocencia que hace de contrapunto al hecho de que esté usando un hacha para cortarle la cabeza al osito. Será que interpretamos el dibujo de distinta manera...
No, yoyo, si lo del detalle de la pierna levantada a mí me gusta por eso que tú dices, pero no sé si la veo muy corta, o que me pasé con la trama, que por aquella época estaba aprendiendo a sombrear y a veces me pasaba y otras me quedaba corto...
¡Muchas gracias por tu comentario!
¡Angelita...!
Pues sí, vaya usted a saber lo que le hizo el oso a la inocente criatura!!! ;O)
Choko, tanto en este trabajo tuyo como en el simpático diablillo anterior veo una tendencia inquietante a unir lo candoroso con lo demoníaco...
Pues sí que es verdad ¡Qué fuerte! Nunca había pensado en eso... Es extraño porque es algo que creo que aparece también cuando actuo ¿Estaremos ante una clave de mi personalidad?
Yo hoy ya no duermo...
No voy a sorprender a nadie si ahondo en la imagen del payaso siniestro,¿no?
jejeje
Sí, sí, y aparte de eso está el bufón (mucho más ácido y malévolo) que en el payaso teatral, se mezcla mucho con la figura del payaso cándido que todos conocemos.
(osea que igual mi carácter es una mezcla, jiji)
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