lunes, junio 05, 2006

Chico, el grande

El primero de los Hermanos Marx en orden cronológico vivió un poco eclipsado por sus otros dos hermanos menores, que siempre han tenido un espacio más grande a la hora de las biografías, los homenajes y demás martingalas, quedando Chico un poco condenado a un tercer puesto de aporreador constante de teclas de piano.
A muchos se les olvida el gran don que siempre tuvo, uno de los más difíciles en el arte de la actuación y quizás de los más sabios: Chico sabía escuchar.
Ya sé que en nuestro moderno mundo, en el que todo hijo de vecino quiere ser una estrella, a ser posible en quince días y con el menor esfuerzo posible, el que un tipo supiera escuchar a sus hermanos puede no ser tan importante como yo lo veo. En el mundo del clown en el que brillar no significa pisarle el cuello al que tenemos al lado, sino ayudarse para brillar todos, Chico se me antoja un ejemplo más a seguir.
Su personaje es un italiano improbable, tan improbable como el bigote pintado de Groucho o el hecho de que Harpo se nos presente en una película como "El profesor" (¿De qué materia, persecución de rubias?) Chico es el representante de la sabiduria callejera, de la picaresca de ir por casa, lo mismo que Groucho es el picaro de las altas esferas capaz de serrar los peldaños de la escalera social, Chico en su extraña estupidez, ni sabe que hay escalera social ni peldaños y sólo piensa en comer y en el dinero que le pueda venir al día, armado con su acento y su falta de sentido común es capaz de deconstruir el lenguaje con una eficacia bastante risueña
Mujer: ¿Heredó sus impulsos criminales de sus padres?
Chico: No, qué va, ellos aún tienen los suyos.
Sin Chico, Groucho no tendría talón de Aquiles, sería demasiado seguro, demasiado invencible, se nos haría antipatico, además de la gracia que hace que la única persona con la que Groucho intente negociar en serio sea la más inútil para la negociación. Sin Chico, Harpo no tendría contacto con el mundo real, y en el caso de que supiera algo, le faltaría el descifrador de su pantomima llena de juegos de palabras.
Cuando el grupo se disipó, y cada Hermano se fue por un lado, Chico fue el que más se acercó al viejo concepto del vodevil americano, sus actuaciones de aquella época nos muestran una forma de actuar superada y apolillada pero necesaria en el recuerdo. Al contrario de Groucho, ni Chico ni Harpo se desquitaron de sus viejas máscaras. Quizás gracias a eso Groucho, al matar al viejo personaje de las películas consiguió convertirse en alguien real para el público e hizo su camino en el empeño de ser una leyenda viva, la máscara de mimo de Harpo era la más universal y tan antigua que a la fuerza era intemporal, al seguir como estaba, Chico eligió el pasado de giras por hoteles malos y menús baratos, quizás con cierto aire de nostalgía por la juventud.
Como un eco de otros tiempos, Chico salió en un programa de Groucho en los cincuenta "Ey jefe, yo le conozco del vodevil ¿se acuerda?" podía haber sido el saludo del viejo Chico para el nuevo Groucho; después de un pequeño dialogo de rutina entre dos viejos camaradas (y Brothers además) Chico desaparece a la nada, al sueño, a la vieja película o escena de espectáculo ambulante de la que salió, a la que siempre va a pertenecer...
Y además dos huevos duros.
(El dialogo está sacado de Groucho y Chico, abogados, Joe Adamson, Tusquets Editores)

17 comentarios:

Chespiro dijo...

La primera alegría del día: encontrarme con esta entrada.
Aunque no sea el más valorado, reivindico también el papel de Chico en el grupo de hermanos, siendo en ocasiones el único nexo de unión entre Groucho y Harpo y el que mejor se adaptaba a la interactuación con los demás.
Es como si los otros dos ocuparan dos polos distintos y Chico estuviera en medio.
Lástima que, a medida que las películas se fueron haciendo menos disparatadas, la carga cómica de su personaje se fuera disolviendo hasta convertirlo en "buena gente", interesado en ayudar a la muchacha y en el amor de la pareja.
Tal vez fue el Hermano Marx que más comicidad perdió en las últimas películas de la MGM.
Te felicito por tu entrada, Choko, y aprovecho para subrayar el absurdo de que en la mayoría de los doblajes españoles no se respetara el acento "italiano" de Chico, pero se hiciera alusión a él...Un desastre.

Yordi (Y.) dijo...

Chico siempre hizo el papel de contraclown en el esquema de los Marx, si tomamos a Groucho como el carablanca, aunque bastante particular porque le gusta minar la autoridad que él mismo representa, y a Harpo como el Augusto, silencioso y surrealista, a Chico, como tú bien dices amigo Chespiro, le toca la parte de contrapunto del uno y del otro.
Es verdad que yo he hablado más del Chico de la Paramount, y es cierto que va cogiendo el papel de amigo de la parejita conforme se desarrollan las películas de la MGM, En Una noche en la ópera yo lo veo aún con muchas de las cualidades del Chico de la Paramount (Los equívocos con las palabras, su ignorancia ante lo del contrato, preocupación por sí mismo y sobretodo, por la comida) En Un día en las carreras empieza a perder eso para convertirse en el admirador de Maureen O Sullivan, y sobretodo se hace más astuto y práctico (la escena del Tutsi Frutsi, en la que engaña a Groucho) Dicen que este último Chico era el que más se parecía al real, pues era un tipo muy buen negociante y mediador en los contratos suyos y de sus hermanos. No me hables de los doblajes de Laurel y Hardy o los Marx que se oyen últimamente que me enciendo! GRRRRRRRRRRR!
Un abrazo!

Chespiro dijo...

Como bien dices, el Chico de Una noche en la Ópera todavía es el que vale.
Me llevé una gran decepción viendo su empeño por salvar el sanatorio de la "chica" en "Un día en las carreras".
Respecto a su vida personal, nos faltarían blogs para hablar de ella.

Yordi (Y.) dijo...

Sí, porque también era un apostador compulsivo, y como le gustaba el riesgo normalmente perdía.
De hecho cuando le preguntaban cuánto había perdido, decía, "¿Habeis visto todo lo que tiene Harpo? Todo eso es lo que he perdido"
Una vez su mujer lo encontró besándose con otra y le soltó que le estaba diciendo "un secreto a la boca"
Un tipo muy peculiar, acabó sin un centavo pero creo que fue muy feliz, y nunca tuvo grandes ambiciones...
Un abrazo amigo Chespiro

Los Burgomaestres dijo...

¡Lo ha clavado, a Chico, Choko! ¡A qué esperan las revistas de cine para contratarle! ¡Fenomenal!

Yordi (Y.) dijo...

Ja, ja, ja, ja
Estoy abierto a ofertas amigos burgos...

Chespiro dijo...

Chico era feliz porque tuvo la conciencia bastante dormida.
Empezaba a jugar a las cartas y se le olvidaba el final (como le ocurrió con cierta melodía).

Yordi (Y.) dijo...

Chico fue un calavera, amigo Chespiro, es cierto que como todo fan tiendo a idealizar un poco a los cómicos no porque no entienda que pudieron no haber sido unos santos, ¿quién es un santo totalmente? Sino porque encuentro en seguida el recuerdo de su trabajo que tan feliz me ha hecho... Gracias a eso he podido "perdonar" a Chaplin, a Sellers y a otros genios controvertidos.
Me quedo con aquel Chico, enfermo y anciano que le dijo a su hija que se cambiaria por Groucho sólo para poder ayudarla económicamente

¿No se acuerda del final? Es curioso yo no pienso en otra cosa...

Anónimo dijo...

Enhorabuena Choko! Has hecho un articulo excelente. Me alegra muchismo q por fin se hable sobre Chico como se merece. Como dices, es imposible imaginar el trio comico de los Marx (no es q me olvide de Ceppo, pero bueno, en las pelis no era demasiado gracioso) sin el nexo de union entre Groucho y harpo, q era Chico. Realmente, sin este personaje, Harpo seria sencillamente mudo del todo y como tu tambien afirmas, Groucho estaria siempre demasiado por encima,invulnerable. Chico es el equilibrio.
Ademas,como bien sabes, nunca dejara de admirarme su forma de tocar el piano, haciendo q un acto tan dificil, parezca lo mas sencillo, cambiando de posicion y moviendo las manos como si flotasen. Sin duda un musico impresionante (y creo q no solo se quedaba en el piano), como lo eran todos los hermanos.
Me sumo a todas las quejas sobre los doblajes de las peliculas. Ya era una pena q el acento italiano se perdiese, pero es q los nuevos doblajes no podian ser peores (porque no dejarian las cosas como estaban?). Aun no he visto ninguna version con el nuevo doblaje de Laurel y Hardy, pero seguro q tambien es catastrofica.
Felicidades de nuevo por tu blog, Choko, y en especial por este ultimo articulo. Los Burgomaestres tienen razon, serias un gran fichaje para una revista de cine.
Un abrazo!

Yordi (Y.) dijo...

Hola Tico, encantado de volver a verte por aquí, sobretodo ahora que eres un doctor Hackenbush ocupado :O)
La verdad es que el hermano más musical fue Harpo, que realmente sentía la música y le encantaba ensayar y aprender (¿Te acuerdas la cara tan seria que ponía tocando el arpa?)Chico tenía muy buen oido pero, como casi todo en la vida, no se lo tomaba muy en serio, aún así yo como tú, admiro también ese estilo tan peculiar de "aporrear las notas" y disparar las teclas del piano... A Groucho, por cierto, lo que le gustaba sobretodo era cantar, lo hacía hasta ser muy mayor en todas las reuniones o programas en las que estaba invitado, aunque dicen que odiaba los apartes musicales de sus hermanos en las películas.
Y muchas gracias por tus comentarios!

Chespiro dijo...

La cara de Harpo ante el acto musical rozaba lo místico, amigos.
Era lo único que podía frenar a ese espíritu endiabladamente infantil.
Para Chico,en cambio, la música seguía siendo un acto jocoso, de exhibición, divertido (esa costumbre de tocar con el índice...).

Yordi (Y.) dijo...

Completamente de acuerdo Chespiro, la aptitud de Harpo tocando es probablemente de los momentos más espirituales que se pueden llegar a ver en una comedia...
Y a Chico siempre le va a salvar ese espíritu lúdico del que tú hablas.
Un saludazo!

Anónimo dijo...

Un diez por esta referencia a los Marx! Me encantan! Después de leerla he estado reflexionando, y tienes toda la razón: qué importante era que Chico escuchara, y cómo sus, a veces, "absurdos" daban cohesión a los diálogos y tejemanejes que se llevaban entre el trío Marx. No soy experta en el tema, pero quizá el cambio de actitud de Groucho se debió a que, después de rodar sus trece películas y ver lo poco que triunfaban, decidió llenar su vida de otra forma y no le fue tan mal. Después de todo, los Marx triunfaron a su manera, los tres, cada uno con su peculiar personalidad. Ver para creer... y también dos huevos duros. En lugar de dos pon tres.

Yordi (Y.) dijo...

Honk, honk!
Uno de ellos de oca.
Gracias por pasarte lou!¿Cómo que no eres una experta en el tema? No nos mientas, o te tendremos que colgar como escarmiento para el resto del pueblo Freedonio...
Bueno, Groucho siempre comentó que después de morirse Thalberg, el productor de Una noche en la ópera y Un día en las carreras, su interés por el cine fue desapareciendo, y no me extraña porque ahí es cuando empieza su caida, entonces empezó a fijarse en la radio, y se mete bastante más de lleno en escribir (que le encantaba) Gracias al programa concurso Apueste su vida consiguió desenmascarar a su "yo" y presentarse como una persona normal, aunque evidentemente mucho más ingeniosa que la media.
Cierto, todos los Marx triunfaron convirtiéndose en nuestros "amigos virtuales" para siempre...
Un beso!

Anónimo dijo...

No mientas Lou y digas que no eres una entendida de los Marx, si hasta fuiste nombrada ministra de un cuarto del Ministerio de Medio Ambiente de Freedonia.....jejeje

Anónimo dijo...

Vaya vaya con el usuario anónimo!! Desenmascárate!! Me parecería increíble haberme vuelto a reencontrar con el que fue mi presidente en Freedonia! A tu lado, desde luego que no soy ninguna experta. Dónde estás ahora pez espada?

Yordi (Y.) dijo...

Je, je
Lou no te columpies. Conozco al usuari@ anonim@ y no es Rufus T. Firefly precisamente...