Era la noche del 29 de agosto de 1938, millones de americanos cambian la emisora de radio que estaban escuchando porque su programa favorito ha dado paso a un corte de publicidad, de repente escuchan unas noticias extrañísimas: platillos voladores, probablemente de marte, han aterrizado en América, sus intenciones son belicosas y se acercan a Washington.
El resto es historia de la histeria colectiva, embarazos prematuros, suicidios en masa, hordas de gente en la calle intentando huir y muchas otras manifestaciones de este tipo...
Pero claro, todo es mentira, es sólo un montaje de un joven llamado Orson Welles y su grupo del Teatro Mercury que decidieron hacer una versión de la "Guerra de los mundos" de H. G. Welles.
¿Pero qué es lo que oían esos americanos que cambiaron de emisora? ¿Por qué se perdieron el principio del programa de Orson, en el que se explicaba claramente que todo era un montaje de ficción?
Pues os lo creáis o no, estaban oyendo el programa de un ventrilocuo por la radio.
¿Un ventrilocuo por la radio? Pues sí, al fin y al cabo ¿qué es un ventrilocuo sino un señor que hace voces graciosas intentando disimularlo mejor o peor detrás de un muñeco? Edgar Bergen, al contrario que muchas de las copias que le han salido, fue una persona muy ingeniosa, se le consideraba un maestro de la respuesta corta y punzante, normalmente improvisada, y fue una estrella, lo mismo que lo fueron sus alter egos, Charlie Mc Carthy un niño de diez años con monóculo y una líbido que hubíera sonrojado a Sigmund Freud y Mortimer Snerd un palurdo simpático que ante la pregunta ¿Cómo puedes ser tan idiota? respondía siempre con una historia surrealista que era el origen de su estupidez indestructible.
El mejor oponente del ingenio de Bergen fue el cómico W. C. Fields, importantísimo en América, pero semidesconocido aquí, en los programas de radio en el que aparecía con él, Fields se metía con el origen de madera de Charlie Mc Carthy ("He tenido un gran placer en cortar a tu padre esta mañana") y el muñeco se reía de su nariz y de lo propenso que era Fields a emborracharse. Con W. C. hicieron una película que se considera un clásico You can´t Cheat an Honest man, pero Bergen nunca fue tan famoso en los medios audiovisuales, por la simple razón de que se le veía mover los labios demasiado, él en vez de disimularlo lo usaba como chiste. Este es un diálogo de Charlie Mc Carthy en la ceremonia que dio Bergen el día que decidió retirarse:
Charlie: (Al presentador) Oye, ahora que el viejo se retira ¿Por qué no tomas tú su puesto?
Presentador: Yo no sé hablar sin mover los labios.
Charlie: No te preocupes por eso (señalando a Bergen) él tampoco
Hoy en día se conoce a Edgar sobretodo por ser el padre de Candice Bergen, la famosa Murphy Brown, en su época a Candice se le llamaba la "hermana de Charlie Mc Carthy". Vueltas que da la vida. Su última aparición pública fue en una película de los Teleñecos, Jim Henson siempre lo consideró un héroe y un tiempo antes ya había aparecido en el show de Gustavo y compañía.
Por otra parte, Orson Welles, recordaba en la película F de Fraude:
"A uno que copió nuestro programa de la "Guerra de los mundos" en Sudamérica lo llevaron a la cárcel, yo tuve un poco más de suerte, me llevaron a Hollywood"
No está mal, pero se le olvidó dar las gracias al tipo de los muñecos...
El mejor oponente del ingenio de Bergen fue el cómico W. C. Fields, importantísimo en América, pero semidesconocido aquí, en los programas de radio en el que aparecía con él, Fields se metía con el origen de madera de Charlie Mc Carthy ("He tenido un gran placer en cortar a tu padre esta mañana") y el muñeco se reía de su nariz y de lo propenso que era Fields a emborracharse. Con W. C. hicieron una película que se considera un clásico You can´t Cheat an Honest man, pero Bergen nunca fue tan famoso en los medios audiovisuales, por la simple razón de que se le veía mover los labios demasiado, él en vez de disimularlo lo usaba como chiste. Este es un diálogo de Charlie Mc Carthy en la ceremonia que dio Bergen el día que decidió retirarse:
Charlie: (Al presentador) Oye, ahora que el viejo se retira ¿Por qué no tomas tú su puesto?
Presentador: Yo no sé hablar sin mover los labios.
Charlie: No te preocupes por eso (señalando a Bergen) él tampoco
Hoy en día se conoce a Edgar sobretodo por ser el padre de Candice Bergen, la famosa Murphy Brown, en su época a Candice se le llamaba la "hermana de Charlie Mc Carthy". Vueltas que da la vida. Su última aparición pública fue en una película de los Teleñecos, Jim Henson siempre lo consideró un héroe y un tiempo antes ya había aparecido en el show de Gustavo y compañía.
Por otra parte, Orson Welles, recordaba en la película F de Fraude:
"A uno que copió nuestro programa de la "Guerra de los mundos" en Sudamérica lo llevaron a la cárcel, yo tuve un poco más de suerte, me llevaron a Hollywood"
No está mal, pero se le olvidó dar las gracias al tipo de los muñecos...
5 comentarios:
Es curioso que estoy pensando que la ventriloquía no pasa de moda en la radio. Hay muchos espacios que se basan en hacer voces falsas y divertidas. He aquí una bonita historia de uno de los pioneros. ¡Qué de cosas se aprenden en tu blog, Choko!
Sí, por ejemplo gomaespuma ¿no? que luego hicieron aquellos muñecos tan divertidos... y creo que los guiñoles también hacen programa por la radio.
Sobre lo de aprender, mi madre siempre decía "si los exámenes de matemáticas fueran como la vida esa de los cómicos..." Me gusta compartir estas cosas con la gente y eso espero que lo noteis en los artículos y ya está.
Un abrazo gordito!
No sé si lo sabías, pero este ventrilocuo tiene una aparición en el clásico Disney "Las Aventuras de Bongo y Mickey y las judías mágicas", con sus dos personajes. Tiene bastante papel, ya que es él quien explica la segunda historia (la de Mickey).
Una confesión impúdica. Hay que ver lo que nos reíamos hace siglos con José Luis Moreno y su Rockefeller, acaso porque ese personaje estaba muy bien encontrado. Le trataba incluso, a Moreno, de mariquita... En fin, el salvajismo de los setenta.
¡Qué grandes posts escribe ud., amigo Choko!
Bienvenido waynecampbell! ¡Qué buena aquella película con Donald comiendose los platos del hambre que pasaba! La verdad, se me olvidó ponerlo en su momento y luego decidí no añadirlo por motivos de espacio, pensando que algún astuto lector,en este caso tú, me lo recordaría, ¡gracias!
Señores burgos, yo también confieso que me he reido con los muñecos del Moreno, sobretodo de peque...
Y cuando ya los otros dos perdieron su gracia y fuelle Rockefeller siguió más o menos funcionando. Mi pregunta es ¿Oirá, el productor, hoy por hoy, alguna voz de su conciencia que le diga aquello de "Toma Moreno!"?
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