Ya pasó Halloween, parece que fue ayer cuando estábamos celebrando el Día de Acción de Gracias, sacando el pavo del horno y yendo con Joe y los chicos a ver el desfile de Macy´s, y ya casi está aquí otra vez... Pero bueno, tanto si vosotros fuisteis de los que salieron a pedir "el truco o trato" o preferísteis quedaros en casa viendo antiguas pelis de miedo en el video os recomiendo que le echéis una mirada a esta película que, curiosamente, se puede encontrar en dvd y resulta, cuanto menos, inquietante...
El signo de la muerte
Pues sí, una de Cantinflas, pero desde luego la más rara que podáis ver del gran payaso mexicano ¿Queréis ver asesinatos rituales? ¿Atmosferas al estilo Bela Lugosi? ¿Peleas rollo pressing catch mexicano entre policías y malvados aztecas?
Esta película tiene de todo eso.
En primer lugar, una de las cosas que llamarán vuestra atención es que, al estar en su primera época, Cantinflas aparece haciendo pareja cómica con un compañero, Manuel Medel. Mario Moreno y Manuel Medel hicieron, que yo sepa, tres películas juntos, siendo la mejor, Águila o Sol, y siendo las otras dos menos aguantables a nuestros gustos contemporáneos, ya que ni en Así es mi tierra ni en esta película que nos ocupa son los cómicos los importantes sino que sirven como contrapunto gracioso al argumento.
La forma de trabajar de Cantinflas y Medel ya es curiosa de por sí, si bien Medel es el que suele hacer de parte más seria de la pareja, la verdad es que se tratan como dos Carablancas intentando engañarse y molestarse lo más posible el uno al otro, sin que haya realmente un contrapunto entre los dos. Medel hace de detective sordo que, no sabemos por qué, se obstina en perseguir a Cantinflas, y éste, sin su típica vestimenta, es el criado de un arqueólogo malvado, que además hace también de guía turístico, lo cual le da la oportunidad de sacar a pasear su divertida verborrea.
La película es bastante gore para la época y se nota que en México no había un Código Hays de Censura (mejor para ellos, claro) que se preocupara en cortar las escenas fuertes o en alargar las faldas de las chicas. Aparecen bastantes detalles truculentos y horribles en la cinta (uno de ellos es la interpretación de la protagonista principal, que es de todo menos creible)
Por otra parte, el director, Chano Urueta, era el típico visionario lapilador de presupuestos, lo que hizo que la producción fuese uno de esos engorros que todo el mundo, sobretodo los productores y los actores, desean que termine alguna vez; poco después del estreno de esta película los estudios CISA, que eran los que ponían el dinero, tuvieron que cerrar.
¿Y la parte cómica? Pues aparte de algunos diálogos, los extraños poderes sobrenaturales de Cantinflas, que usa para beber limonada, sin poner los labios en el vaso, la caracterización de Medel, que es como salida de una película cómica de 1916, y una escena surrealista en la que Cantinflas y Manuel Medel están drogados y se creen Carlota y el Emperador Maximiliano, poquita cosa hay la verdad...
De todas formas resulta interesante ver a Cantinflas trabajando tan joven, con su compañero, seguramente haciendo un tipo de diálogos muy parecidos a los que se harían en las carpas, que era el teatro para la gente humilde de México (y de la que salieron los mejores cómicos mexicanos) y que, probablemente, sea la primera comedia de misterio mexicanas de la historia, hace que esta película sea una de esas que hay que ver en Halloween o en alguna noche de tormenta con la luz apagada.